El Perdón

Todos los que en El creyeren, recibirán perdón de pecados
por Su nombre (Hechos 10:43)

Puesto que el pecado es la transgresión de la ley de Dios, sólo Dios puede perdonar el pecado. Cuando David cometió un serio pecado él encontró paz después de confesarlo ante Dios. "Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado." (Salmo 32:5).

La tradición humana a distorsionado la enseñanza de la Biblia. Los sacerdotes Católicos dicen tener el poder de juzgar a los pecadores y dar o restringir absolución (la sentencia judicial del perdón). La mayoría de los Católicos han sido enseñados que Jesucristo mismo instituyó el sacramento de la penitencia cuando les dijo a los apóstoles: "A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos." (Juan 20:23).

Es claro que El les dio poder de perdonar. Pero debemos preguntarnos: ¿qué clase de poder les dio Jesús? ¿les constituyo jueces? O ¿les comisionó a perdonar pecados por otro método? La respuesta es clara si leemos los Hechos de los Apóstoles y el resto del Nuevo Testamento. No hay evidencia en la Biblia que los apóstoles escucharan confesiones o dieran absolución. En lugar de eso ellos predicaron el Evangelio e urgieron a las personas a arrepentirse y creer en Jesús para recibir el perdón. El apóstol Pedro predicó "De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en El creyeren, recibirán perdón de pecados por Su nombre." (Hechos 10:43); y el apóstol Pablo predicó "Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de El se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en El es justificado todo aquel que cree." (Hechos 13:38, 39).

Si usted desea el perdón de Dios por sus pecados, crea en el Señor Jesucristo, y será salvo.

Los Cristianos deben confesar sus pecados. Sin embargo, no se los deben confesar a un sacerdote Católico. La confesión a un sacerdote es una invención humana que era desconocida por cientos de años después de Cristo. Jesús nos enseñó claramente que debemos orar al Padre: "Padre nuestro que estás en los cielos… perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. (Mateo 6:9, 12).Hay otro error crítico en la religión Católica con respecto al perdón. La iglesia Católica enseña que el perdón de Dios no es perfecto. Que después que una persona ha sido perdonada esta todavía debe realizar actos de penitencia para satisfacción de sus pecados. Aún después de la muerte, la mayoría de los Católicos esperan pasar por la purificación en el fuego del Purgatorio.

La Biblia asegura a los creyentes que "Vuestros pecados os han sido perdonados por Su nombre" y "la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 2:12; 1:7). Ellos no necesitan satisfacer por los pecados que Cristo tomó sobre sí mismo, y no necesitan ir al purgatorio cuando sus pecados han sido limpiados por la sangre de Cristo.

Los Cristianos confían en el Señor Jesucristo por el perdón. Conociendo que ellos han sido perdonados, viven en gratitud para la gloria de Aquel que les mostró tal misericordia.

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